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Reproductoras de pollos de engorde: un proyecto bien diseñado es clave para el éxito

Poseer un equipamiento adecuado desde el período de cría favorece los resultados en la producción de huevos fértiles.

La producción de aves brasileña continúa avanzando en su nivel de tecnología. El uso de la automatización en la cría de reproductoras para la producción de pollos de engorde es un ejemplo de cuán importante es esta evolución para obtener mejores estándares sanitarios e índices zootécnicos.

El pollo de engorde es el segmento que recibe el mayor volumen de inversiones del sector de la avicultura. Pero todo comienza con la reproductora, que es la base de esta cadena. Dada la importancia de las reproductoras, se debe redoblar el cuidado en el diseño de los proyectos. Si en los pollos de engorde se necesitan muchos cuidados, estos son todavía más necesarios con las reproductoras. 

“La calidad del pollo de engorde está directamente ligada a la atención que se le presta a la etapa de recría de las reproductoras y en la producción de huevos fértiles”, dice Joel Vergani, gerente de ventas de proteína de la marca Cumberland Agromarau. El considerar proyectos bien dimensionados para reproductoras de pollos de engorde ya empieza en la fase de cría, que debe poseer una buena estructura para obtener uniformidad en los lotes, productividad, además de indicadores económicos de reducción de costos, optimización de la mano de obra y aumento de las ganancias. 

El primer paso del proyecto es cumplir con los requisitos técnicos de las integradoras, que tienen diferentes requerimientos y necesidades. Vergani informa que habitualmente es la agroindustria la que define los proyectos, sin embargo, todos los detalles se analizan y se alinean con las partes involucradas. 

La siguiente etapa es la preparación y configuración de los proyectos y se debe pensar en la optimización de la mano de obra, en lo que atañe al producto que la reproductora entregará, que es el huevo fértil. En este paso entran en juego la tecnología y la calidad de la elección de los equipos, que permitirán automatizar los procesos de la granja al mejorar el aprovechamiento de la mano de obra y ofrecer un mejor resultado zootécnico. 

Esta operación exige poseer una formación cualificada, de mucha responsabilidad, debido a los múltiples aspectos sanitarios que requiere la actividad. Se trata de un perfil de trabajador que posee conocimientos específicos, de ahí la importancia de optimizar la mano de obra promovida por el equipamiento. 

En la etapa de recría, el objetivo básicamente es favorecer el correcto desarrollo de las aves, para que puedan expresar todo su potencial durante el periodo de producción de huevos fértiles. En este primer alojamiento, el pollito llega con un día de vida y se queda hasta 20 semanas. Esta etapa requiere de un alto control del galpón, especialmente en lo que respecta al proyecto de iluminación, que es fundamental en la recría, ya que durante este período el ave desarrollará su madurez sexual. 

Durante la recría, el proyecto incluye equipamiento que automatiza el suministro de alimento, el control de peso, la ambientación y la iluminación. En el galpón se distribuyen circuitos de alimentación separados por mallas que clasifican las aves por diferencia de peso. Esto es importante para la uniformidad del lote, de modo que todos alcancen la madurez sexual al mismo tiempo. 

Si se suministra ración a través de comederos canal con cadena, además de poseer un sistema de elevación automatizado, se agrega el beneficio de no generarle estrés a las aves, ya que su distribución se produce por la parte superior, fuera del alcance de los animales. Al bajar los canales, todas las aves tendrán acceso al alimento al mismo tiempo. Cuando los canales se instalan en el suelo y se les coloca patas para minimizar la situación de estrés, el giro se realiza con la luz apagada. 

Danicler Rigo, del Departamento de proyectos y presupuestos de la división Proteína, señala que la tendencia en los nuevos proyectos es implementar ambas fases en un mismo predio. “Al tener todo en forma centralizada, los costos de manejo, alimentación y transporte bajan”, afirma. Se siguen normas de distancia entre los núcleos, además de considerar un núcleo de recría por cada dos de reproductoras. Él guía: primero construye la recría y las hospeda; a partir de ahí, el productor tiene de 20 a 22 semanas para preparar los galpones para recibir la etapa de producción. 

En el núcleo de las reproductoras de huevos fértiles, cuanta más luz reciba el ave, más rápido alcanzará su pico de puesta. La claridad durante el día garantizará el próximo huevo. Es importante que no queden puntos oscuros en el galpón, ya que estos se convierten en lugares propicios para que el ave lleve a cabo la postura, en vez de buscar el nido, lo que genera huevos de cama. El diseño de un centro de producción, además del mismo equipamiento de alimentación y ambientación que se utilizan en la recría, añade nidos automáticos y cintas transportadoras automáticas. 

Danicler destaca que tan importante como el proyecto de alimentación de las reproductoras es el que se desarrolla para el macho. “El ave macho necesita estar bien alimentada, con un ambiente adecuado, peso uniforme, de lo contrario no copulará y no va a haber huevos fértiles. Es muy importante que el equipamiento de alimentación haya sido diseñado correctamente”. 

Siguiendo la tendencia - Los productores Sedines Antônio Rizzotto y Sandra Machado, de la granja San Jorge, de Nova Prata de Iguazú, Paraná, están desarrollando el primer lote de reproductoras que iniciaron en abril de 2021. Los nuevos galpones, totalmente equipados con la marca Cumberland Agromarau, recibieron 58.000 aves de raza Cobb. Integrada por Globoaves, la granja cuenta con nidos automáticos, bebederos de tetina, comederos tipo canal con un sistema de elevación para hembras y un sistema de comedero automático para machos. 

Sandra reconoce lo exigente que es el mercado. La inversión vino a cumplir con este requisito. Los productores están satisfechos con la nueva granja. Ella observa que, con el uso del sistema de elevación de canales, el aviario permanece limpio, lo que resulta en más espacio para las aves y un menor estrés. “El resultado fue fantástico, tanto que ya está en carpeta nuestro próximo proyecto, que será de recría, también con equipamiento de la marca”, celebra.